viernes, 8 de febrero de 2008


es el vaivén
que me sacude hasta en los cielos
que me besan el alma
despidiendo a
tu boca,
sabio balde de sortijas
escondiendo salvavidas
de mis ojos,
es el café:
tu tatuaje que me sirve
las palabras en oídos
capicúa
que me escribe tu recuerdo
y una servilleta
ladrándome amor
hasta en el hueco que me quita
la agonía de vivir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ah. sí. la respuesta de la servilleta es esa. sí.

(y no digo nada más)