sábado, 9 de febrero de 2008


si se pudiera entender
el vacío en mi garganta
como la distancia
que separa a estos párpados
en vigilia,
sabrías mi dolor
atravesando tus pupilas
bien de cerca;
muy de cerca,
tus labios en ausencia
gritarían a las nubes
condiciones para ser
en este sobrio día de ficciones
y mi sueño despertando
entre tus letras
que me empapan
en lluvia de café;
yo no quiero mojarte
con mis lágrimas
escondidas en versos
que me duelen
en la piel.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿sabés qué dice la gente cuando le dicen "te entiendo"? dicen que no entiende porque no viven lo que vive el desgraciado.

bueno, quizás tengan razón. no lo sé. pero yo sé que te entiendo y ningún desgraciado puede venir a contarme nada. porque vivo lo mismo que vos.

entiendo las gargantas. y entiendo la acuosa necesidad en los ojos.

¡es tan triste y tan maravilloso, ana!





(hay diferentes maneras de gritarles a las nubes. verificación empírica realizada en plaza moreno a la vista de un montón de gente y un perro que se llama como se llama y viene cuando lo llamo; y vos que te das cuenta antes que yo y decís "¡mirá! ¡no había salido el sol en todo el día!". y no. había llovido, a cántaros. a dios le había agarrado sistitis y nosotros abajo de una chapa de porquería en la vereda de otra plaza, rogando que ningún auto pasara lo suficientemente rápido como para mojar a peperina.

y después las jugueterías, los cafés, las mediaslunas...

yo quiero que me mojes más que las lluvias de la plata.

yo quiero, yo quiero, tantas cosas.
querer es un verbo tan complicado.
yo te quiero, yo te quiero.