las cosas pendientes,
la grulla de papel
colgante
el miedo dentro de todo ese silencio
que no entra en las preguntas
porque, como música de tocadiscos
y de alfombra entre los pies sin cordones
el dolor recorre,
agua que asusta y sin sol
los ojos esperan secarse.
Lástima que no puedo contártelo,
la importancia
por encima de todo
de esa fuerza que no suelta nuestra sangre.
Si te viera una vez más
poco diría, por suerte
no perdimos la sonrisa, lo sé
desde ayer
cuando miramos juntos al sol del cementerio.