miércoles, 18 de noviembre de 2009
si soñar fuera la amargura
de saber que un día me despierto,
quizás aquí adentro.
le vent qui me porte
y una mano, o una lágrima
sobre mis hombros
son una persecución
que sólo termina bajo tierra.
los cumpleaños
nunca fueron buena despedida,
por eso no me puede mirar
el cuerpo que todavía retiene
el pasaporte a mi infancia.
La última lágrima
antes de descubrir la almohada húmeda bajo mi piel
es por no haber podido
decirte buenos días.
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1 comentario:
ana, estos últimos son geniales, me los merendé todos juntos y tengo ganas de que papelitos llenos de vos caigan del cielo, todo un dia entero, y que todo el mundo se empape.
te extraño. te quiero.
^-^
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