quiero cuidarte,
pequeño caballito de luna,
pues tu carne de niño envejece
con el fuego y
las arrugas del agua.
es difícil volver a la semilla
desde las estrellas.
en silencio te cuido,
trato
pedacito a pedacito abrazar
con la mirada más sincera
tu luz de horizonte interminable.
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