lunes, 22 de junio de 2015

en estos días la lucha de las rocas
que parece colmarme mientras estoy sentada
asusta en silencio con fúnebre arrogancia.
Seguí cantando con esmero, cuando quise parar
vino de no sé donde una brisa
y con su aire fantasmal
pulsó el canal de mi túnel infinito.
Podía sentir la vida escapándose por las mejillas
podía descubrir todos los velos de la estructura circundante.
Podía ser un laberinto
y la serpiente con su frágil cuerpo
deslizándose en cada pasaje imaginario.
Estos días son el soplo añejo
de un futuro imposible. El último pensamiento
de nuestra violácea y eterna salvaje esperanza.

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