viernes, 12 de octubre de 2007


Hay trizas
de un mundo ciego
en una batalla
por los estallidos
de un cielo
que muere;
hay heladeras vacías
que contemplan
un ocaso
de angustias
no perecederas,
pero esperarte
(pero esperarlos)
nunca fue vano,
por el rito
de una poesía
que esconde verdades
mentidas
en una noche
de vigilia.

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