miércoles, 20 de febrero de 2008


mis dientes en vinagre
se limpian
en la puerta abierta
de las mentes insoladas
por la incandescencia errante
que naufraga entre
tus párpados de saliva
y de sal;
me pierdo siendo migajas de pan
que marcan un camino
que ruedan por tu boca
que nadan entre el río
del humano ensimismado
entre su casa y su cabeza
esperando morir
para volar sobre esta puerta.

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