era inútil,
simular que la ausencia nos inundaba
de sangría inmunda y descabellada;
era inútil,
pensar en sumergirnos bajo un cielo de vainilla
que llovía de amaneceres
curtidos con piel de sol,
y fue doloroso
descubrir ese frío entre las uñas,
entre el orificio de unas orejas
mudas
y el despertar en medio de una vida,
para asfixiar esas historias
que no tuvieron fin
ni hasta cuando levantarse
era un sacrificio hecho a los dioses.
Hacia vos,
hacia el viento que moja la tierra
de abajo de unos pies corriendo
hacia adentro;
era inútil esforzarse por sentir
que todo estaba muerto.
1 comentario:
¿Era inútil realmente? Se me ocurre que nunca lo es, aunque no es fácil verlo en el momento. Por lo general cuando miramos hacia atrás podemos relacionar todas las cosas y sentir que fue algo, que queríamos o no, pero algo que nos pasó y que hace que hoy tengamos algo para decir, algo que sentir. Algo que recordar básicamente.
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