miércoles, 27 de agosto de 2008


no descubras
en tus brazos el océano vacío
de tu pecho,
la vertiente de caminos en tus
ojos,
o un saludo irreverente casi en dedos de semilla y viento.

la certeza de los años,
el cuchillo entre los labios,
no seas girasol que
muere siempre al otro lado.
y de espinas al acecho,
casi al borde de caricias que despeinan sangre

mar adentro;
o de bosques inundados,
esperando siempre el viento
que denuncia a esta tormenta,
o una palabra en la canilla
que gotea
transparente,

acá te espero,
nada más,
acá te espero.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

muy lindo

Anónimo dijo...

Y que escribas así, realmente me encanta. Y no sólo me encanta tu manera de escribirlo, sino que además me parece genial que tengas un espacio en donde yo me pueda atragantar con tus palabras. Y esa eñe que se cuela en cada huequito que queda, dejandonos encantados con ese peluquín, y esa eñe es esa Anita. Es esa Anita que me encanta.

Pd: ahora estamos todos a ful con los blogesespotses (apus)