tres minutos de ceniza,
resumen de un lápiz y una coma
que se encuentran
en la esquina entre el viento y tu nariz
(como una solapa de ternura,
colecciona las horas
en cien frascos de cristal)
el reloj muere bailando
a un par de mentes desiertas,
cenicero de una o dos tardes
en el borde del cordón
(áspero maniquí salvavidas,
borde de los bordes
en el puerto de tu voz).
quise verte una vez más,
entre letras
o barcos, o cafés
y sin embargo no alcanzamos
a encontrarnos con el viento
o esa colección de momentos
que guardaste
en algún
lugar.
3 comentarios:
Estoy enamorada de tus fotos, y de lo que escribís y de los colores de tu blog.
siempre todo tan dulce por acá
:)
aaaaaaaaaaaaaaaaaaañaaaaaaaa :)
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