lunes, 18 de mayo de 2009
de pronto las
voces
no eran más las
voces (nuestras) las
bocas tan lejos
y el suspiro, cuando todo está cayendo (sobre mi cuerpo)
que vuelve (volvía)
para correr hasta los ojos
(que suspiran de lejos).
una plaza sola de gente, otoño,
los pies que se detienen
acá.
(las manos de un bebito).
y entonces otra vez la voz
desenvolviendo papeles de regalo,
y las correas ajenas,
las nubes ajenas que se agitaban.
no corras, golondrina. el beso después del llanto.
(los párpados)
el beso después.
y los perros que se acercaban,
como oliendo más de cerca
el secreto, el paquete bien cerrado.
pero a mí se me encendían los ojos
y ese ruido a gritos, silencios de ciudad
me hacía sentir que otra vez
era todo una gran película.
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