Con los ojos
cerrados
tu nariz, tu cara
grande
me recuerda
a las patas
de un león dormido.
Te miro y abrís
los ojos chiquitos
me mirás y sabés
que algo estoy
escribiendo en mi memoria
me mirás y
sabés
que algo estoy
escribiendo
en mi memoria
y qué paz
que hay en tu
rostro, decís
volvés a cerrar.
Hay como un elipse
violeta
en la luz de la
habitación
que no me deja ver
el tercio superior
de lo que mis ojos
verían.
Te miro y vuelvo
a escribir en mi
memoria
hasta que vengo a la
compu,
no, mejor
al lápiz y al papel
tiemblo de miedo
de decir
y de frío
estoy desnuda
después
pero temblando en la
memoria
en recuerdos o en
palabras
algo persiste
algo inquieto
escribe en las paredes
no lo veo, no sé
hay como una mancha
violeta en el espacio
y en el tiempo se
transforma
es verde, quizás
tus labiecitos que
sonríen
me fui de la cama, y
ahora tiemblo
y ahora el miedo de
decir
con los ojos
cerrados
se resuelve en una
luz que titila
en la esquina en el
fondo
de mis recuerdos más
oscuros.
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